La protagonista de esta historia es Samantha Savitz, una adorable niña de dos años a la que le encanta hablar con cualquiera, como así cuenta su padre. La niña se alegra mucho cuando ve que puede comunicarse con alguien en lengua de señas, asegura Glenda, su madre.
Residentes en Netwon (Massachusetts), los vecinos de esta familia, han decidido aprender lengua de señas para poder comunicarse con la pequeña cada vez que se vean. Para ello han contratado a un instructor que les enseñe las expresiones y gestos necesarios para comunicarse con la pequeña.
El profesor elegido para esta tarea ha sido Rhys McGovern, el cual ha calificado la historia como “hermosa”; destacando que en numerosas ocasiones “incluso los padres de los niños sordos no se molestan en aprender la lengua de sus hijos”.
Fuente: tododisca.com
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