El deportista paralímpico y Embajador de Santiago 2023, cree que en los últimos años ha existido un cambio en la sociedad respecto a los deportistas con alguna discapacidad. Sin embargo, pide más colaboración de los privados para complementar el apoyo que les da el Estado a través del ministerio y del IND.

A los 12 años, producto de una bala pérdida, Robinson quedó tetrapléjico, y tras ingresar a Teletón vio en las disciplinas paralímpicas una oportunidad de continuar su sueño de ser un deportista profesional.

Hoy, a sus 38 años, el deportista paralímpico Robinson Méndez es uno de los embajadores de Santiago 2023, y es que su amplia trayectoria en tenis en silla de ruedas y actualmente en Paracanotaje, lo hace, sin duda, un ejemplo para las futuras generaciones de paradeportistas

En entrevista con Fundación Wazú, Robinson nos contó cómo llegó a convertirse en un profesional. “Todo empezó cuando conocí el deporte paralímpico que fue en Teletón, cuando niño, y comencé a entrenar en un taller de silla de ruedas. Mi primera competencia fue por el año 98 o 99 y desde entonces estoy en el área”.  

El dedicarse al deporte de competencia no es tarea fácil, ya que no solo se requiere constancia y disciplina, sino que también recursos. “En un principio la ayuda que recibí fue con Teletón, me tendieron una mano con algunos torneos al extranjero para alcanzar ranking y desde ahí mi nivel fue mejorando y al ir ganando los torneos nacionales se fueron sumando auspiciadores. Empresas privadas que me dieron el primer empujoncito para dedicarme a lo que siempre soñé que era hacer una carrera profesional en el deporte”, nos relata Méndez. 

Al ser consultado sobre cómo ve el respaldo monetario hacia los para deportistas, Robinson es claro: “El apoyo del Estado e instituciones como el IND y el Ministerio del Deporte hacen una gran tarea; y aquí lo que realmente falta es el apoyo de la empresa privada, que son los que podrían complementar todo el apoyo que recibimos”. 

Los recientes Juegos Panamericanos causaron furor entre el público, llegando a llenos totales en recintos y gran sintonía en los medios de comunicación que transmitieron. Sin embargo, en las redes sociales se comenta el temor que existe frente a los Parapanamericanos frente al desconocimiento y posible discriminación que pueda existir hacia las y los deportista con discapacidad.

Frente a esto, Robinson tiene la esperanza viva. “No creo que exista discriminación, nuestra sociedad ha cambiado bastante, tiene otra mirada. En el deporte Paralímpico hemos demostrado, como protagonistas de esto, logros con medallas en los Paralímpicos, Panamericanos, mundiales de varias disciplinas” declara. Agregando que “solo falta que la empresa privada se ponga con el apoyo, tanto para los deportes convencionales – que se ve en algunas disciplinas- como en nosotros”. 

Para el kayakista paralímpico, estos juegos demuestran un avance tremendo para el deporte inclusivo. “Yo creo que con el legado que está dejando de infraestructura y recintos, avanzamos mucho. Y vuelvo a repetir: aquí la empresa privada es fundamental para que nosotros podamos complementar lo que nos da el Estado, el ministerio o el IND para que tengamos el apoyo y condiciones para dedicarnos solo a entrenar”, finaliza. 

El relato de Robinson abre una ventana a que la discriminación que se vive aún en distintos ámbito de la sociedad hacia las personas con discapacidad podría dejar de existir en un futuro como en el deporte paralímpico, donde las capacidades son valoradas más allá de la condición de que cada persona.