Un buen proyecto de arquitectura debe ser accesible para todos/as, independiente de sus capacidades físicas o cognitivas. Para aumentar la conciencia en torno a estos temas, y ayudarte en el proceso de diseño, hemos recopilado algunas operaciones básicas que deben cumplirse para que las personas puedan habitar los espacios residenciales cómodamente y sin obstáculos.
Es importante recordar que cada país tiene sus propias regulaciones en relación al diseño universal, por lo que las dimensiones específicas presentadas a continuación –con base en la Guía de Accesibilidad Universalde Ciudad Accesible– son conceptuales y pueden variar en cada proyecto. Antes de diseñar una vivienda accesible, revisa las pautas locales y profundiza en las necesidades y requerimientos de sus usuarios, asegurando así una buena calidad de vida para ellos a largo plazo.
Corredores o pasillos deben ser continuos y seguros
Como regla básica, las circulaciones deben ser fluidas e ininterrumpidas desde la calle hasta los espacios interiores de la vivienda. Se deben evitar, entonces, todo tipo de obstáculos. Si es que existen, deben poder ser fácilmente identificados, agrupando elementos o señalizando su ubicación. En general, los pasillos de 150 cm de ancho funcionarán correctamente en todos los casos, considerando un ancho mínimo de 90 cm. Aunque esta medida puede sonar excesiva para casas con espacios reducidos, podría incorporarse creativamente a través de mobiliarios flexibles o zonas de doble uso.
Materiales recomendados
- Pisos: Superficies anti-deslizantes, con texturas podotáctiles o cambios de color, que ayuden a identificar rutas. Alfombras y cubrepisos deben ir adheridos al suelo.
Las escaleras no son accesibles, pero pueden tomarse ciertas precauciones
Una casa que requiera de circulaciones verticales, para acceder a pisos inferiores o superiores, no es accesible a menos que se tomen ciertas medidas. Incluir ascensores puede ser factible en edificios institucionales o públicos, pero en viviendas es excesivamente caro. Si la casa tiene que diseñarse inevitablemente con dos o más niveles, se deben incluir rampas, salvaescaleras, o plataformas de elevación.
Las escaleras tradicionales no son accesibles en su totalidad pero pueden incluir algunas mejoras para personas con movilidad reducida. Por ejemplo, al incorporar peldaños uniformes, con una huella no menor a 28 cm y una contrahuella no mayor a 18 cm, evitando la contrahuella “abierta” y los obstáculos en la altura de todo su recorrido. Deben incluir siempre pasamanos.
Materiales recomendados
- Huellas y contrahuellas: superficie anti-deslizante, con texturas que marquen su inicio y su término.
Si hay cambios de nivel, las rampas son esenciales
Es claro: si llenamos la vivienda de escaleras, difícilmente sus habitantes podrán recorrer los espacios fluidamente. La rampa es la opción natural a la escalera y debe ser incorporada correctamente para funcionar de manera efectiva.
Idealmente, las rampas no deben superar el 8% de pendiente longitudinal y deben diseñarse con un ancho mínimo de 90 cm, aunque se recomienda alcanzar los 150 cm de ancho. Se deben incluir pasamanos sin interrupciones a 70 cm y 95 cm de altura. Si la rampa es demasiado larga, debe fraccionarse aproximadamente cada 9 metros, incluyendo así descansos sin pendiente. Los descansos, y los espacios donde comienza y finaliza la rampa, deben ser superficies planas de 150 x 150 cm.
Materiales recomendados
- Rampa: superficie antideslizante, con texturas que marquen su inicio y término.
- Pasamanos: material confortable para el desplazamiento de la mano hasta finalizar el recorrido.
No todas las puertas son adecuadas
En general se recomienda incluir puertas de entre 90 y 100 cm de vano, que puedan abrirse o deslizarse completamente, incluyendo manillas o barras anatómicas a 95 cm de altura. Se debe evitar que las puertas obstruyan el desplazamiento de las personas, especialmente en zona aledañas a las rampas.
Las puertas giratorias no son totalmente accesibles, mientras que las puertas vidriadas deben estar claramente señalizadas, con marcas que contrasten con el fondo. Las puertas automáticas o hidráulicas, por su parte, deben ser reguladas para entregar el tiempo necesario para que una persona pueda traspasarlas sin problemas. Las puertas abatibles deben diseñarse con cuidado y dependiendo de las características de cada espacio; no da lo mismo si es que abren hacia adentro o hacia afuera.
La importancia de diseñar correctamente las ventanas
Ventanas abatibles (que abran hacia dentro), de corredera (con desplazamiento horizontal) o pivote (con desplazamiento horizontal o vertical), son buenas opciones para incluir en una vivienda. Al diseñarlas, es importante observar y entender profundamente al usuario, manejando efectivamente la iluminación y la ventilación natural, además de las vistas que quedarán enmarcadas. No debemos olvidar que muchas veces estas pueden ser el principal punto de conexión entre las personas y el mundo exterior.
Materiales recomendados
- Puertas y ventanas: incluir manillas con mecanismos de presión o palanca en puertas y ventanas abatibles, y barras o tiradores en puertas y ventanas de corredera. Los cerrojos o pestillos deben ser de fáciles de accionar, pudiendo abrirse desde el exterior en caso de emergencia.
Los baños pueden ser un proyecto aparte, con dimensiones muy específicas
En cuanto a la accesibilidad, los baños son un mundo en sí mismos. Sus dimensiones y vanos deben permitir el acceso y movimiento de una silla de ruedas; se recomienda un diámetro mínimo de 150 cm (que se cumpla, al menos, hasta los 70 cm de altura) y una puerta de corredera o abatible (que abra hacia afuera). Se deben incorporar barras de apoyo, fijas y abatibles, y accesorios que permitan colgar muletas o bastones. La superficie del baño debe ser antideslizante en seco y en mojado.
Recomendaciones para artefactos principales
- Inodoros: se recomienda instalarlos a una altura máxima de 50 cm, liberando al menos un acceso lateral de 80 cm de distancia. Los mecanismos de descarga deben poder ser accionados fácilmente por el usuario.
- Lavamanos: se debe ubicar a una altura de 80 cm, evitando que se posen sobre muebles o pedestales, liberando el espacio para que se acerque una silla de ruedas (mínimo 70 cm).
- Duchas: es recomendable incluir duchas al mismo nivel del piso del baño, con un área mínima de 90 x 120 cm, asiento abatible, y una pendiente de 2% hacia el desagüe. Se deben incluir barras de seguridad a 85 cm de altura y grifería de palanca o monomando, manejable desde el asiento. Duchas con mangueras flexibles facilitan las acciones del usuario.
Cocinas funcionales y ajustables
Se debe tener cuidado al distribuir los espacios de trabajo, promoviendo un movimiento fluido entre la cocina, el lavaplatos, y el refrigerador. Se recomienda liberar el espacio bajo la mesa de trabajo, ubicada a 80 cm de altura, para permitir el acercamiento de un usuario en silla de ruedas, si es el caso. Todos los utensilios y artefactos deben ser fácilmente alcanzables; en el caso de los muebles superiores, existen en el mercado algunos sistemas ajustables que los acercan a la altura del usuario.
Materiales recomendados
- En general: superficies antideslizantes, griferías de palanca o monomando, y todos aquellos sistemas, tecnologías, o artefactos que faciliten los procesos.
Dormitorios confortables y de uso independiente
Los dormitorios deben ser agradables, promoviendo el descanso y el reposo de sus habitantes, poniendo especial énfasis en su iluminación (y oscuridad). Al diseñarlos debemos seguir las mismas claves expuestas anteriormente, incluyendo las dimensiones mínimas necesarias para el desplazamiento independiente de las personas: circulaciones de 90 cm y áreas de rotación de 150 cm para sillas de ruedas, una altura de cama cercana a los 50 cm, y espacios de almacenamiento de baja altura, con puertas de corredera. Los interruptores deben ser fácilmente alcanzables y estar señalizados con luces para la oscuridad.
Salas de estar como ambientes sensoriales y dinámicos
Mientras cumplan las dimensiones mínimas anteriormente señaladas, las salas de estar son espacios flexibles que nos entregan una mayor libertad de diseño a favor de la calidad de vida. Las texturas y los colores, sumados a las condiciones térmicas, acústicas y de iluminación, pueden marcar una diferencia en la manera en que las personas habitan y perciben los espacios donde pasan la mayor parte del tiempo, ayudándolos incluso a sanar a través de estímulos sensoriales. La Domótica, cada vez más asequible y fácil de incorporar en nuevas edificaciones, puede ayudar a potenciar estas operaciones, activando ambientes predefinidos a través de sensores de movimiento, paneles de control, o comandos por voz.
- 07:00 – 19 Agosto, 2019
- por José Tomás Franco
- Fuente: Plataforma Urbana
Comentarios recientes