Esto precisamente es lo que impulsa a la ONG Hand Angels, cuyos miembros ayudan a obtener placer sexual a quienes tienen serios problemas de movilidad.
El servicio dura 90 minutos, pero los voluntarios pasan meses preparándose.
Para que la experiencia sea satisfactoria, dicen, hace falta conocer bien la situación de cada uno de los usuarios.
Vincent, el fundador de Hand Angels, está él mismo postrado en una silla de ruedas debido a una poliomielitis. Por eso, cuenta, entiende el tipo de problemas con los que deben convivir los discapacitados.
Aunque los críticos argumentan que estos servicios son una forma de prostitución, en la ONG sostienen que su actividad es completamente legal en Taiwán, donde tienen su sede.
Video realizado por Álvaro Álvarez.
Comentarios recientes