Por Cutto López

Muchas veces, cuando entro a RRSS, me encuentro con opiniones crueles y llenas de juicios sobre diversos temas, siendo uno de ellos la discapacidad. Me parece curioso que personas que no tienen ninguna relación con el mundo de la discapacidad dicten cátedra sobre cuidados, mientras utilizan insultos que revelan su desconexión con la lucha por la dignidad en el lenguaje que muchas personas con discapacidad han liderado.

¿Vivir con una discapacidad o relacionarse desde los cuidados con la misma nos da más propiedad para hablar sobre inclusión, desafíos, abordajes, apoyos y ajustes?

Cuando hablamos desde la primera persona o como “expertos por experiencia”, figura que se ha comenzado a integrar y popularizar incluso a las investigaciones científicas, donde se considera que el hecho de vivir desde la vivencia de la discapacidad te da información invaluable y única a la que les profesionales no tienen acceso, nos demuestra que sí. Existe un componente que aporta al debate público.

La época de Twitter ha enaltecido la necesidad de tener opinión sobre todo lo que pasa, sin importar si esto nos convoque o competa. El problema recae en la rigurosidad de la opinión que se entrega y el proceso reflexivo y empático de ver quiénes son nuestres interlocutores. Por desgracia, esto funciona muy parecido a las Fake News, donde se mezclan pretensiones individuales con derechos colectivos y anteponemos el egoísmo por sobre la solidaridad.

A veces siento que es mucho más fácil opinar cuando realmente no nos importa lo que está detrás de ese juiciy, es por eso que hablo de La Soberbia de la Ignorancia, porque existe una suerte de poder en la falta de afectación directa y la sensación de “no tener nada que perder”, pues no tengo vínculo con esa comunidad segregada.

El problema mayor existe cuando este comportamiento se replica en la comunidad médica. ¿Qué pasa cuando les proveedores de los apoyos necesarios se escudan en el capacitismo?*

El profesional debe comunicarse con la persona que está asesorando. Desgraciadamente, me ha tocado estar en grupos de trabajo donde se mira en menos la falta de credenciales académicas y se considera el rol de “Experto por Experiencia” como un capricho. Es más, hay muches que se sienten personalmente atacades por cuestionar los paradigmas que aprendieron en su educación formal y, en vez de querer aprender y ayudar con ese conocimiento a otres, prefieren cerrarse en sus paradigmas obsoletos y mantener el status quo en que la discapacidad y salud mental se encuentran actualmente. 


*Capacitismo: Es la discriminación y el prejuicio social contra las personas con algún tipo de discapacidad. Incluye estereotipos dañinos, conceptos erróneos, barreras físicas y una visión de superioridad por parte de las personas sin discapacidad.