Iván Gutiérrez fue diagnosticado en 1997 con autismo y la psiquiatra fue muy dura.  Hoy su madre cuenta orgullosa como su hijo venció a los pronósticos y consiguió convertirse en un profesional en ingeniería.

“Tu hijo padece Trastorno del Espectro del Autismo y terminará siendo un mueble”, esta fue la frase que recuerda María Cecilia Lovera cuando su hijo fue diagnosticado con dicho trastorno. Ahora, años después su pequeño adulto, Iván Gutiérrez, que realmente padece Asperger, ha regresado de la universidad con un título de Ingeniero Informático bajo el brazo, según informan medios chilenos. La madre ha publicado un tuit en el que cuenta la hazaña de Iván y que se ha convertido en viral con más de 70.000 me gusta y más de 14.000 compartidos.

El post de la progenitora dice: “El año 1997 diagnosticaron a mi Iván con #Autismo, la psiquiatra dijo que ni siquiera podría hablar, que sería un mueble. Les quiero contar que el mueble acaba de regresar de la Universidad. Siento una emoción indescriptible”. La mayoría de usuarios felicitan a la familia y la hazaña del joven: “Felicidades a Iván y a la familia también, porque son un elemento esencial en su desarrollo” o “Creo que todos los padres que hemos recorrido este camino, nos hemos topado con profesionales agoreros… Lo importante, es seguir dándolo todo, ya que la vida nos puede dar sorpresas. ¡Felicitaciones!”

María entonces tenía 25 años y la médica añadió en su diagnóstico: “Estos niños son bien especiales. Le aconsejo que tenga más hijos”. Tras varias idas y venidas, la familia decidió no volver a dicha psiquiatra y buscaron un especialista en este trastorno que les aconsejó que el niño fuera a un centro educativo regular.

Acabó el ciclo de este colegio, “tuvimos que buscar otro. Fue como un parto, porque cuando yo decía que mi hijo tenía autismo, me decían que ya no había cupos, que se había llenado. Consulté alternativas al Mineduc (Ministerio de Educación) y me dijeron que para conseguir que entrase en un colegio tenía que tener una evaluación de algún especialista en autismo.

María le llevó a un centro especialista donde le realizaron una evaluación que duró tres días. La conclusión fue desastrosa: “Tiene que poner los pies sobre la tierra, porque su hijo no va a poder estudiar. Él sabe leer, pero no tiene la capacidad para seguir la educación regulada”.

Hicieron caso omiso y encontraron, por fin, un colegio, donde lamentablemente padeció acoso escolar, según relata esta mujer a los mismos medios. Una vez más, le tuvieron que cambiar de centro. Y tras un largo camino recorrido, Iván llegó a la universidad y hoy tiene un título en ingeniería informática.

“Lo que a mí me importa es darle un mensaje de esperanza a las mamás de niños con autismo. Uno lo ve todo negro y casos como este pueden darles esperanza. Yo no lo tuve. Les diría a la madres que crean en sus hijos y que un médico tiene la obligación de dar un diagnóstico, pero no de poner una lápida sobre un niño”, concluye la mujer.

Fuente: elpais.com