Hace unos días se me ocurrió escribir sobre este tema bastante peculiar pero que últimamente se está haciendo muy conocido y son las selecciones de fútbol de talla baja.


“La inclusión va depender de la forma en que se eduque a la persona si “desde la casa”te enseñan a respetar lo diferente y a verlo como algo positivo todo funcionará mejor.”

Comencé a buscar y me encontré con varios reportajes y videos, encontré uno de La Tercera que hablaba sobre la Selección Chilena de fútbol de Talla Baja a quienes conozco desde muy cerca porque mi pololo es parte de ese equipo. Comencé a bajar en los comentarios y la gran mayoría eran mofándose, como:“¿En su equipo los goles equivalen la mitad?” (haciendo alusión a la estatura de los jugadores) hasta “Buena se formó el Taca – Taca F.C” entre otros y me hice la gran pregunta “¿En serio las personas pueden caer tan bajo y ser tan infantiles de reírse al ver un equipo que su única diferencia con el resto de los equipos es su estatura?”

Es por eso que me motivé a escribir una columna / entrevista realizada con la ayuda de una persona muy querida para mí, con el fin de destapar todos esos mitos e interrogantes que giran en torno a las personas con esta condición en los deportes.

Así que narraré parte del diario vivir de un joven que está muy asociado a este tema.

Todos los días de lunes a viernes Cristofer se despierta a las 6:30am para ir a su trabajo. Él vive en La Florida y su trabajo queda en San Miguel, trabaja en CCU, es parte de un proyecto que se implantó para ayudar a una promoción para ir al mundial.

Tiene 20 años, vive una vida completamente normal al igual que cualquier joven de su edad, tiene un trabajo, una polola y disfruta de otros tantos pasatiempos, pero hay un pequeño detalle…

Él mide 1.05, es una persona de talla baja y esto debido a una condición llamada Displasia espondiloepifisaria congénita. Pero esto no ha sido un impedimento para que el cumpla sus sueños y metas, en especial de algo que ama EL DEPORTE.

Con tan solo 8 años comenzó con “pichangas” con sus primos quienes nunca lo vieron diferente y siempre lo hacían parte de sus equipos. A los 14 años y motivado por su gusto por el futbol se inscribió en “Deportes Temuco” en donde no le pusieron peros por su estatura, pero si por razones obvias tuvieron que ubicarlo en divisiones menores, pero para él no fue problema ya que su pasión era más grande. Como una linda experiencia cuenta que le tocó jugar contra Colo – Colo en el Monumental, dice que fue realmente gratificante ya que se sintió uno más, olvidando, aunque sea por una vez en su vida que era más pequeño.

A fines de 2015 y ya alejado del ámbito futbolístico por razones personales comenzó a practicar un deporte que hace mucho tiempo le llamaba la atención y era el Taekwondo, deporte que le ha traído grandes alegrías (Ya es cinturón verde y espera llegar hasta donde más se pueda, pero siempre con motivación) sus compañeros lo miran como uno más y lo tratan con mucho respeto y cuidado.

Problemas de inclusión en el ámbito deportivo nunca tuvo, al contrario, siente que son las personas que no los conocen quienes ven como “una novedad” que una persona de baja estatura practique deportes, porque por parte de sus compañeros no recibe más que buenas energías. Dice que su familia se preocupa porque él practica deportes y muchas veces ha recibido cuestionamientos por lo mismo, pero nos menciona que el deporte debería de ser un derecho fundamental para todos y que los limites se los pone uno mismo.

Cristofer nos cuenta que, aparte de Taekwondo, él es seleccionado de la Selección Chilena de fútbol de Talla Baja donde ocupa la posición de delantero o central en la segunda categoría. Dice que en la cancha es algo más neutro ya que todos comparten un margen de estatura, y en ambos deportes que practica siente que le brinda ánimo, motivación y energía para continuar su vida.

Él nos menciona que “La inclusión va depender de la forma en que se eduque a la persona si “desde la casa” te enseñan a respetar lo diferente y a verlo como algo positivo todo funcionara mejor. Pero si no te enseñan eso y estás acostumbrado a burlarte de personas con discapacidad o en este caso talla baja, todo va en retroceso.”

Cristofer agrega que la vida es compleja para una persona de baja estatura o con alguna discapacidad porque estamos en un país en que la discriminación es pan de cada día, las miradas, los cuestionamientos, buscar empleo y sobre todo un factor muy importante la movilización. En su caso en Santiago es mas complejo ya que los metros suelen venir llenos y gracias a eso muchas veces se ha pasado de la estación donde queda su hogar y también ha sido víctima de fuertes empujones por parte de las personas que no miran hacia abajo.

Este artículo se escribió con el principal motivo de visibilizar a este sector de la sociedad, tocar temas que día a día estas personas deben vivir y que son temas escondidos y dejados en el olvido, pero que sí tienen relevancia, considero que mofarse del esfuerzo, la garra y la energía que estas personas le ponen a sus respectivos deportes (en este caso) y a su vida diaria, es realmente lamentable.

 

Fuente: El Quinto Poder