UNA MEDICIÓN REALIZADA ENTRE UN CENTENAR DE EJECUTIVOS REVELÓ QUE EL HOGAR PERMITE SUBSANAR PROBLEMAS DE INFRAESTRUCTURA Y MÉDICOS.

EL teletrabajo podría transformarse en un aliado para la inclusión laboral. Un estudio realizado por la consultora Randstad entre 117 ejecutivos de recursos humanos de diversas empresas, determinó que un 85% cree que la legislación de las labores a distancia permitirá un mayor ingreso de Personas en situación de discapacidad al mercado laboral. Mientras que un 48% señaló creer que los más beneficiados serán aquellas Personas con discapacidad física.

La ley de teletrabajo -aprobada el pasado 24 de marzo bajo las circunstancias de la crisis sanitaria y la necesidad de distanciamiento social- permitiría, de acuerdo al sondeo, abrir el mercado a quienes tenían un acceso limitado por limitaciones de su tratamiento médico, complicaciones para transitar en la ciudad, entre otros factores, explicó la coordinadora de inclusión de Randstad, Valentina Romero.

A esto, precisó la ejecutiva, se suma que -comúnmente- las empresas no han adoptado las medidas necesarias que permitan asegurar la igualdad de oportunidades e inclusión social de Personas en situación de discapacidad, lo que va desde el acceso a servicios higiénicos y desplazamiento, hasta infraestructura con accesibilidad universal.

Además, solo un 47% de los encuestados declaró que para el primer trimestre de este año, su firma dio cumplimiento a la Ley de Inclusión Laboral, que establece que las empresas con más de 100 trabajadores debe reservar el 1% de sus puestos para personas discapacitadas.

Foto de una mujer en silla de ruedas trabajando en su notebook sobre un escritorio en su hogar.

Sin embargo, un 28% reconoció que no llegó a cumplir con la cuota -siendo seis de diez grandes empresas-, y un 25% sostuvo que no tiene información al respecto.

Para Romero, el bajo nivel de cumplimiento de la Ley refleja un panorama poco favorable ya que significa un desajuste entre oferta y demanda de los puestos de trabajo.

Esto, ya que de los 25 mil cargos que están disponible en organizaciones privadas para trabajadores en situación de discapacidad, se ha cubierto el 77%, según cifras de la Dirección del Trabajo.

“Muchas veces es necesario flexibilizar las exigencias y, al momento de contratar, no solo considerar las competencias técnicas o el grado académico, sino que también observar las habilidades blandas, que son innumerables. Lo primero depende bastante del mayor acceso que vayan generando las universidades y centros de formación técnica para que, quienes tengan alguna condición de discapacidad, dispongan de más oportunidades para iniciar o finalizar sus estudios”, sostuvo la ejecutiva.

 

Fuente: diariofinanciero.cl